El silencio del río

Un discípulo preguntó a su maestro cómo alcanzar la paz interior.

El maestro lo llevó a la orilla de un río y se sentaron en silencio.

El discípulo esperaba una respuesta, pero el maestro no habló.

Al cabo de un largo rato, el discípulo dijo:
—No me has respondido.

—Sí lo he hecho —dijo el maestro—. Escucha cómo el río no intenta explicar su fluir… y, sin embargo, fluye.

En "El silencio del río", un discípulo busca respuestas de su maestro, pero descubre en la quietud del agua que a veces el verdadero aprendizaje ocurre cuando las palabras se detienen.

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